Si; jajaja... volvieron al templo. La vez anterior, Dios, tuvo que enviar a su hijo. Ahora,... ¿que articulo empleara para disuadir a estos mercaderes y que, ademas, les sirva a ambos para el marketing y la expansion durante otros 2000 añitos?
Quiero decir que, da igual, Roberto, porque, en todas las civilizaciones han existido grupos parasitarios sacerdotales y espirituales de toda talla, que se han servido bien de la ignorancia y el miedo ajenos. ¿Sera una forma de entender el alma humana? Porque, insisto: gastarse 50.000.000.-€ en una escenificacion del poder de convocatoria del sector catolico, cuyos maestros, doctores y pastores, mas que peregrinos de la fe, parecen estrellas del rock.
Esa actitud acerca mucho a pisar con los pies en el suelo.
Estos mercaderes, igual que los que ocuparon el Templo de Salomon, lo hacen bendecidos por los representantes de Dios en La Tierra. Y, ya ves -ya vemos-, a Dios, no le importa.
6 comentarios:
Una ironia ben fina.
Una abraçada.
Gracies, company.
un altre per a tu. D'abraçada, es clar.
Y los mercaderes volvieron al templo... Bueno, siempre se les puede volver a expulsar, jajaja. Petons.
Hola, Roberto.
Si; jajaja... volvieron al templo.
La vez anterior, Dios, tuvo que enviar a su hijo.
Ahora,... ¿que articulo empleara para disuadir a estos mercaderes y que, ademas, les sirva a ambos para el marketing y la expansion durante otros 2000 añitos?
Quiero decir que, da igual, Roberto, porque, en todas las civilizaciones han existido grupos parasitarios sacerdotales y espirituales de toda talla, que se han servido bien de la ignorancia y el miedo ajenos.
¿Sera una forma de entender el alma humana? Porque, insisto:
gastarse 50.000.000.-€ en una escenificacion del poder de convocatoria del sector catolico, cuyos maestros, doctores y pastores, mas que peregrinos de la fe, parecen estrellas del rock.
Esa actitud acerca mucho a pisar con los pies en el suelo.
Estos mercaderes, igual que los que ocuparon el Templo de Salomon, lo hacen bendecidos por los representantes de Dios en La Tierra.
Y, ya ves -ya vemos-, a Dios, no le importa.
Besos, compañero y, muchas gracias.
Lo peor es que ellos si saben lo que hacen.
Besos Compi.
Claro.
Por eso el nazareno pide perdon.
Una verguenza; publica y notoria.
Eso es lo que son.
Besos, compita.
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