lunes, 19 de marzo de 2012

Violencia Machista


Este año es tragico para la sociedad catalana en cuanto a la violencia machista : siete muertes en menos de tres meses.
Lo peor, el dato conocido de que ninguna de ellas habia denunciado a su agresor. ¿Por que?

Varios factores concursan a la hora de tratar de dar explicacion a este hecho, el primero, como es logico, el estado de perplejidad en que queda la victima despues de recibir su primera agresion que, ademas, llega de la mano de la persona que ama, del hombre en quien confia su vida y su futuro; luego,el estado de shock en el que ingresan cuando la agresion se repite y, el estado de terror que se instala en su animo y que las paraliza. Factores a los que, por supuesto, hay que sumar la impotencia ante la brutalidad y la injusticia, la soledad, la verguenza de tener que reconocer que te humillan, las miradas de panico e indefension de los hijos... la familia... los vecinos... Todo eso, despues de haber sorteado el tener que disimular los golpes, o justificar los gritos y las amenazas, los insultos, de quitarle importancia cuando alguien advierte que estan perdiendo peso, a disculpar la tristeza que se ha mudado a su rostro, a esa mirada que permanece siempre enterrada en el suelo... en fin; un calvario.

Y, sin embargo, y aunque parezca mentira, la mayoria de mujeres agredidas por su pareja confiesan no haber denunciado o haber tardado en hacerlo porque confiaban en que acabaria produciendose un cambio favorable en el comportamiento del agresor y disculpan la brutal actuacion de este señalandola como algo circunstancial. Tremendo.

La ciudadania reclama a los actores judiciales un redactado legal especifico que prevenga y garantice la seguridad de las victimas. Pero, ¿Como se redacta una ley que prevenga un acto de traicion semejante? Tanta y tan alta es la traicion que, quien promete protegerte, amarte y cuidarte, puede llegar a ser tu verdugo.



Quizas deberiamos preguntarnos en que parte o partes de nuestro sistema socio-educativo hemos perdido los papeles para identificar conductas violentas, caracteres y comportamientos agresivos en los menores para poder intervenir y redirigir la conducta adecuadamente y a tiempo. Porque, desengañemonos; es muy posible que el individuo adulto experimente alteraciones nerviosas en un mundo competitivo, despiadado y desleal y que, esa conducta sea transitoria pues, efectivamente, seria algo "circunstancial" si el individuo, el ser humano, esta formado como tal. Pero, todos sabemos que, el tipo de violencia machista que se observa, la crueldad de los metodos aplicados a las victimas  y la reiteracion de los malos tratos, señalan actuaciones que nada tienen que ver con la circunstancialidad.
Por eso, ante una agresion, sea cual sea, no debemos guardar silencio. El silencio no mitigara el dolor, no tapara los moretones, no restablecera las emociones heridas y no detendra el miedo. Y lo que es peor: no detendra al agresor.

Ante cualquier agresion, nuestro silencio es su complice.

5 comentarios:

Carmen dijo...

Estoy contigo, ante el maltrato no debemos quedarnos calladas.

Una mujer maltratada por desgracia, en infinidad de ocasiones es una persona con la autoestima tan baja, que hasta llega a creer que tiene lo que se merece, por eso muchas veces ni tan siquiera hay denuncias. Otras en cambio guardan silencio porque dependen económicamente de su agresor.

Ojalá que seamos capaces de acabar con esta pesada lacra.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Y lo peor es que a veces las víctimas sienten que se lo merecen porque ellas tuvieron la culpa de que así actuara el agresor

Sin duda alguna hay que denunciar, aunque a veces no sirve de nada, ya que las autoridades no hacen mucho caso

Saludos

Josep Peaceforever dijo...

No sé, però em sembla que en aquest problema hi un xoc cultural... Una educació masclista, front a una societat que ha anat evolucionant cap a una igualtat entre generes. Pura intuició, no tinc dades que justifiquin la meva idea.

Una abraçada.

Roberto T dijo...

A pesar de los avances, la cultura machista viene de muy antiguo, está profundamente enraizada (eso se ve en incontables detalles), y está costando mucho acabar con ella. Yo creo que las leyes son muy flojas, porque no arreglan el problema, sino que lo parchean. Las órdenes de alejamiento de no sé cuántos metros ¿sirven de algo?. ¿No valdría más el destierro completo como se hacía en siglos pretéritos?. También habría que crear una especie de institución que proporcione una vivienda y una seguridad para que las mujeres puedan librarse de la dependencia hacia sus maridos, y atreverse a denunciarlos. Es un asunto complicado, en el que también cuenta la educación. Petons. Namasté. -^-

la MaLquEridA dijo...

Uno tiene que estar en los zapatos de la mujer agredida para entender por que no denuncia, asi de facil.



Besos Compi.