A todas las estrellas que alumbran mi Navidad

Todos hemos oido o, incluso, utilizado alguna vez,  alguna que otra alusion a las estrellas acerca de nuestro destino.  Incluso, en las malas rachas, las hemos hecho responsables de nuestra mala fortuna.

Sin embargo, todos contamos con infinidad de buenas estrellas que, con su luz, han amparado nuestras desdichas y soledades.

Cuenta la leyenda que, una noche como la de hoy  de hace ya un par de milenios, una estrella guio a los magos de Oriente y sus monturas a traves de la noche del desierto, hasta los mismos pies de El Mesias.

Yo soy un simple ser imperfecto y mortal. Y, a pesar de todo, todas mis noches han tenido sus estrellas y, gracias a ellas, he salido entero de no pocos naufragios.
Tanto debo a mis estrellas que, por fuerza, cada vez que trepo la mirada a la noche abierta y encendida, cada uno de esos luceros, muestra para mi un rostro, que brilla en mi corazon junto a su nombre.

A todas mis buenas estrellas:

Muchas gracias por acompañarme, por creer en mi y alumbrarme en las noches mas oscuras de mi vida;
por estar siempre dispuestas, con vuestro calor, a abrigarne el alma cuando el frio la invade;
por ayudarme a encontrar mil veces el camino, las mil veces que lo he perdido;
por vuestra solidaridad, vuestra generosidad, vuestra firmeza, vuestro buen juicio, vuestro enorme cariño, vuestra confianza y todo vuestro amor.
Por ayudarme a edificar el arbol de mi vida y coronarlo con vuestras luces hasta hacerlo brillar y convertirlo, casi, en arbol de Navidad.
Por todo:
Gracias, estrellas mias. Eternamente gracias.

Sarah Brightman y Placido Domingo - "The Closing of The Year" - Christmas in Vienna, 1998