viernes, 28 de octubre de 2011
El muñeco rojo
En una casa roja,
donde todo era rojo,
sobre una cama de color rojo,
de la habitacion roja,
yacia descansando sobre la colcha roja,
un muñeco totalmente rojo.
El muñeco rojo, se desperezo
y abrio sus ojos rojos,
al rojo techo de la habitacion.
Mas de pronto, para su sorpresa,
vio recostado a su lado un muñeco verde,
totalmente verde...
El muñeco rojo, aun sin salir de su asombro le pregunto al muñeco verde:
-. ¿Y tu que haces aqui?
-. ¿Yo? -contesto el muñeco verde-, me escape de una casa verde, de una ciudad verde,
donde todo era verde...
...porque me aburria.
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5 comentarios:
Y entonces comenzó la historia, el muñeco rojo se casó con el muñeco verde y fueron muy felices porque sus formas de ver la vida eran diferentes y se complementaban.
Besos Compi.
Jajaja... y tuvieron muñequitos policromos. Jajaja...
Creo que el cuento pretende hacernos reflexionar en muchas direcciones;
primero, acerca de la rutina y los cambios y que, esos cambios, dependen de nosotros. Por otra, la resistencia y el asombro que, ante ciertos cambios, experimentamos o sufrimos, segun nivel e intensidad, como el muñeco rojo.
Y, por ultimo, que no hay un solo punto de vista y que, quizas por eso, uniformar las cosas, las sociedades... globalizar el mundo, sea perdernos a nosotros mismos.
En uno y otro sentido, claro.
Por eso, la rutina nos acorrala, deberiamos ser capaces de para un instante, solo 3 ó 4 minutos, rerspirar hondo, tomar consciencia plena de nosotros mismos y... retomar la cotidianidad recordando aquella frase de Mark Twain que aventura que:
"Cuidado con lo que deseas porque, a lo peor, se cumple".
Ya se sabe: el deseo; el primer eslabon de la larga cadena del sufrimiento. No cesan nunca; detras del primero viene otro, y otro, y otro y...
Besos, compita.
Eres un solete... ¡Muas!
Me recordo a mi.
Hubo un tiempo que (bueno mi color favorito es el verde) así que hice mi mundo de ese color, creo que ya crecí y ahora en mi vida hay mas diversidad.
Muy bonito!
Quan jo era jove això s'explicava com un acudit... Una bona reflexió sobre la monotonia.
Una abraçada.
Yo a veces me he sentido como el muñeco rojo, cansado de la monotonía, y atrapado como en un eterno presente. También me he sentido como el muñeco verde, como un extraño rodeado de gente con lo la que no encajaba. Es verdad eso que el cuento da para pensar mucho. Yo prefiero un mundo de infinitos colores, antes que la monocromía o, aún peor, ¡del blanco y negro! (jajaja), que se eso nos quedamos hasta els collons, jajaja. Petons. Namasté.
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