Se trataba de un aspirante espiritual con mucha motivacion pero, cuya mente, siempre estaba muy dispersa.
Al tener noticias de un sobresaliente mentor, no dudo en desplazarse hasta donde este vivia para decirle:
-. Respetado maestro, perdona que te moleste, te quedaria muy agradecido si pudieras procurarme un tema de meditacion, ya que he decidido retirarme durante unas semanas al bosque para meditar sin tregua.
-. Me complace mucho tu decision.
Ve al bosque y estate contigo mismo. Puedes pensar en todo aquello que desees excepto en monos. Trae lo que quieras a tu mente; pero no pienses en monos.
El discipulo se sintio muy contento y se dijo: <<¡Sera que no hay cosas en este mundo que pensar excepto en monos! La verdad es que, el maestro me lo ha puesto muy facil. No podia haberme dado un tema de meditacion mas sencillo>>. Se retiro a un frondoso bosque y dispuso una cabaña en la que poder meditar.
Transcurrieron las semanas y el aspirante puso termino a su retiro. Regreso junto al maestro y, este, nada mas verle le pregunto:
-. ¿Que tal te ha ido?
Apesadumbrado el aspirante, repuso:
-. Terrible. Ha sido verdaderamente agotador. ¡Un desastre! Trate incansablemente de pensar en algo que no fueran monos pero, los monos iban y venian por mi mente sin poder evitarlo.
En realidad, si te soy sincero, respetado maestro, debo decirte que no podia pensar en otra cosa que no fueran monos.
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Asi es la mente: bulliciosa, contradictoria, anarquica, confusa, vacilante, indocil,...
Pero puede entrenarse para ser mas disciplinada.
Si ella nos piensa, estamos perdidos; en cambio, si podemos gobernar los pensamientos, podemos convertirla en una magnifica aliada y colaboradora. Urge aprender a conocer y saber dirigir la mente y, ejercitarnos en aprender a pensar y no ser, tan a menudo, pensados por nuestros pensamientos.
La mente tiende a rebelarse y gusta de burlar la vigilancia de la voluntad y de vagabundear a sus anchas pero, una mente asi, se neurotiza, se fragmenta, pierde su eficacia y roba la paz interior.
En cambio, si logramos reducir los automatismos de la mente y conseguimos encauzarla, evitaremos inutiles distracciones, poniendola al servicio de la armonia psiquica.
La misma mente que nos divide, puede integrarnos.
No en vano un dicho asegura que:
<<De la mente parten dos caminos: uno conduce al cielo; el otro, al Paraiso>>.
Namasté.
3 comentarios:
Es que no es nada fácil controlar la mente y encima si a algo nos dicen que no, es peor pero no imposible.
Besos Compi
el que mono piensa mono se queda....
besoos
No fa gaire en un curs de gestió de la concentració el professor en va dir:
- Ara no penseu en una bicicleta. Agafeu un paper i un bolígraf i escriviu de quin color era la bicicleta que NO heu pensat.
La nostra ment som nosaltres mateixos i conèixer-la i controlar-la és conèixer-nos i controlar-nos, òbviament.
Com podem de deixar de pensar en micos si hem d'evitar-los? Només pensar en no pensar-hi ja és pensar-hi...
Una abraçada.
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